“El abuso no es un cuento” es el nombre de la campaña que la Seremi de Justicia y la Seremi de Educación están realizando en distintas escuelas de la región, para difundir entre alumnos y apoderados medidas de prevención del abuso sexual infantil y juvenil.
Este martes 14 de junio, niños, niñas y adolescentes de la escuela Atenas de Olmué, junto con sus apoderados y profesores, leyeron el cuento “Cata, Benja y Pincho”, la historia de dos niños y un perro que otorga herramientas a los mismos infantes para evitar ser víctimas de abusos sexuales. La actividad, encabezada por la Seremi de Justicia, Isabel Ancarola, y la Seremi de Educación, Patricia Colarte, contó con la participación de la alcaldesa de Olmué, Macarena Santelices.
En la ocasión se repartieron los cuentos: “Cata, Benja y su hada madrina”, dirigido a niños menores de 6 años; “Cata, Benja y Pincho”, para niños de 6 a 12 años; y “Cata y Benja online”, para adolescentes; como también la Guía Educativa de Prevención del Abuso Sexual, dirigida a los padres y educadores. Respecto al material entregado, la Seremi de Justicia, afirmó: “lo importante es que por una parte tenemos una guía preventiva que va dirigida a los apoderados, profesores y funcionarios de los colegios; y, por otra parte, tenemos cuentos destinados directamente a los niños, para que ellos puedan aprender a distinguir ciertas conductas que escapan del ámbito de lo normal y dar la voz de alerta”. A su vez recordó que los textos se pueden bajar de la página web: http://prevencion.minjusticia.gob.cl
Luego de la lectura de uno de los relatos, se dio paso a una ronda de preguntas donde se disiparon dudas de los padres y se informó a qué organismos se puede recurrir para recibir ayuda: Sename, a través del fono 800 730 800; Corporación de Asistencia Judicial, en el 600 440 2000 y desde celulares 02- 362 82 00; Carabineros a través del Fono Familia 149 y Fono Niños 147.
CONDUCTAS QUE AYUDAN A PREVENIR EL ABUSO SEXUAL INFANTO-JUVENIL:
1. Que los niños reconozcan sus partes privadas, incluidas las manos y la boca, no sólo genitales.
2. Que los niños aprendan a reconocer sus emociones, para que sepan identificar si algo les incomoda o una persona conocida o desconocida transgrede su espacio personal. Estos espacios son su casa, dormitorio, el baño y por supuesto su cuerpo (cada persona tiene un espacio personal corporal).
3. No obligar a los hijos cuando siente rechazo o antipatía por alguna persona a entablar conversación.
4. No obligar a los niños a saludar de beso a desconocidos.
5. No enseñarle a decirle tíos/as a personas que no lo son o que los sienten cercanos.
6. Mostrarle que existen secretos apropiados, como cuando la mamá le va hacer un regalo al hermano y no hay que contarlo para que sea sorpresa: ese secreto causa felicidad. Existe otros secretos, los inapropiados, que causan incomodidad, ansiedad y dolor.
7. Que los niños reconozcan a las personas que conforman su red de seguridad en caso de necesitarla: con quienes se sienten seguros y a quienes pueden pedir ayuda.
MAYOR COBERTURA REGIONAL EN PROGRAMAS ESPECIALIZADOS EN MALTRATO:
Durante el mes de octubre de 2012 se licitaron 6 nuevos proyectos de reparación de maltrato grave y abuso sexual, sumando 275 nuevas plazas de atención para estos casos, con una inversión anual de $530.724.960. De estos ya están funcionando cinco, correspondientes a La Calera, Los Andes, San Antonio y Valparaíso, que se suman a los existentes en la región. Además, en Isla de Pascua ya está funcionando el primer programa de este tipo, un logro que implica una cobertura en las 8 provincias de la Región de Valparaíso.
ESTUDIO UNICEF (octubre 2012):
El promedio de edad de los niños la primera vez que sufren abuso es de 8 años y medio. El 75% de los abusados son niñas y el 25% son niños; el 75% de quienes ejercen abuso sexual son hombres con edad promedio de 30 años y medio; el 88% son conocidos de los niños y niñas; el 50% son familiares de los niños y niñas; el mayor porcentaje de abusadores al interior de la familia son: los tíos (19,4%), primos mayores (9,7%), padrastros (7%) y hermanos (4%); fuera del grupo familiar, el 11,5% de quienes ejercen abuso son “amigos de la familia”; el 6,2% “alguien que no conocía, pero que había visto antes” y el 5,3% corresponde a un vecino.
CONDUCTAS QUE AYUDAN A PREVENIR EL ABUSO SEXUAL INFANTO-JUVENIL:
1. Que los niños reconozcan sus partes privadas, incluidas las manos y la boca, no sólo genitales.
2. Que los niños aprendan a reconocer sus emociones, para que sepan identificar si algo les incomoda o una persona conocida o desconocida transgrede su espacio personal. Estos espacios son su casa, dormitorio, el baño y por supuesto su cuerpo (cada persona tiene un espacio personal corporal).
3. No obligar a los hijos cuando siente rechazo o antipatía por alguna persona a entablar conversación.
4. No obligar a los niños a saludar de beso a desconocidos.
5. No enseñarle a decirle tíos/as a personas que no lo son o que los sienten cercanos.
6. Mostrarle que existen secretos apropiados, como cuando la mamá le va hacer un regalo al hermano y no hay que contarlo para que sea sorpresa: ese secreto causa felicidad. Existe otros secretos, los inapropiados, que causan incomodidad, ansiedad y dolor.
7. Que los niños reconozcan a las personas que conforman su red de seguridad en caso de necesitarla: con quienes se sienten seguros y a quienes pueden pedir ayuda.
MAYOR COBERTURA REGIONAL EN PROGRAMAS ESPECIALIZADOS EN MALTRATO:
Durante el mes de octubre de 2012 se licitaron 6 nuevos proyectos de reparación de maltrato grave y abuso sexual, sumando 275 nuevas plazas de atención para estos casos, con una inversión anual de $530.724.960. De estos ya están funcionando cinco, correspondientes a La Calera, Los Andes, San Antonio y Valparaíso, que se suman a los existentes en la región. Además, en Isla de Pascua ya está funcionando el primer programa de este tipo, un logro que implica una cobertura en las 8 provincias de la Región de Valparaíso.
ESTUDIO UNICEF (octubre 2012):
El promedio de edad de los niños la primera vez que sufren abuso es de 8 años y medio. El 75% de los abusados son niñas y el 25% son niños; el 75% de quienes ejercen abuso sexual son hombres con edad promedio de 30 años y medio; el 88% son conocidos de los niños y niñas; el 50% son familiares de los niños y niñas; el mayor porcentaje de abusadores al interior de la familia son: los tíos (19,4%), primos mayores (9,7%), padrastros (7%) y hermanos (4%); fuera del grupo familiar, el 11,5% de quienes ejercen abuso son “amigos de la familia”; el 6,2% “alguien que no conocía, pero que había visto antes” y el 5,3% corresponde a un vecino.
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